La propuesta se hará este trimestre en el Eixample y Gràcia JORDI SUBIRANA, BARCELONA 2/1/2009
La escultura de La Victoria, uno de los símbolos franquistas que perviven en Barcelona, tiene los días contados. ICV-EUiA presentará una moción en el ayuntamiento para retirar la obra de Frederic Marès situada en el obelisco de la Diagonal con el paseo de Gràcia, donde estuvo la alegoría de La República. La propuesta forma parte de la campaña municipal para sacar de las calles los monumentos fascistas, potestad que le otorga la ley de la Memoria Histórica.
ICV presentará la propuesta durante este trimestre en el distrito del Eixample, donde está el monumento y se debe aprobar el plan, y también en Gràcia, por "una cuestión simbólica", apuntaron fuentes ecosocialistas, ya que la plaza de Joan Carles I está considerada una de las puertas del barrio de Gràcia. Los trámites, no obstante, serán largos. La retirada debe pasar por la comisión de esculturas, que ha de determinar el valor artístico de la obra, y se han de evaluar los costes y hacer el encargo formal al área de Cultura.
ALEGORÍA REPUBLICANA
La historia del monumento se remonta a 1939. Aquel año se decidió transformar la obra dedicada al presidente de la primera República, Francesc Pi i Margall, en un homenaje a la victoria franquista en la guerra civil. Así, en 1940 la alegoría republicana de Josep Viladomat fue sustituida por la obra de Marès, que representa una mujer vestida con una túnica con un brazo levantado con un ramo de laurel en una mano. En la otra lleva una pequeña figura. El de La Victoria es uno de los monumentos franquistas más conocidos que quedan junto al dedicado a Primo de Rivera, en la avenida de Josep Tarradellas (se está redactando el proyecto para desmontarlo), y los escudos de las fachadas de la Capitanía General, en el paseo de Colom, y del cuartel del Bruc, en la avenida del Exèrcit, entre otros.
Además de estos símbolos persisten 4.361 placas franquistas en fachadas privadas. El municipio puso en marcha en abril una campaña entre las comunidades de propietarios para su retirada gratuita. La iniciativa, sin embargo, no ha tenido el éxito esperado y solo 210 edificios se han adherido. La campaña acababa el 31 de diciembre pero se ha prolongado hasta el 31 de marzo.
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