GERARDO RIVAS
17/02/2009. Hagan una prueba. Asocien por separado el nombre del eurodiputado popular expulsado de Venezuela con dos palabras. Una con chavismo y otra con franquismo y busquen a través de Internet. Obtendrán más entradas con la última que con la primera. Sorprendidos por este resultado del buscador, pensarán que el aguerrido político centrista ha condenado, con mayor fruición y entrega, al régimen dictatorial habido en su propio país, que al gobierno de Venezuela presidido por Hugo Chávez; pero no es así.
17/02/2009. Hagan una prueba. Asocien por separado el nombre del eurodiputado popular expulsado de Venezuela con dos palabras. Una con chavismo y otra con franquismo y busquen a través de Internet. Obtendrán más entradas con la última que con la primera. Sorprendidos por este resultado del buscador, pensarán que el aguerrido político centrista ha condenado, con mayor fruición y entrega, al régimen dictatorial habido en su propio país, que al gobierno de Venezuela presidido por Hugo Chávez; pero no es así.
Ninguna de las entradas obtenidas en Internet con la expresión “luis herrero-franquismo” hace referencia a una condena del eurodiputado popular contra aquel régimen en el que, en expresión de su compañero de partido y amigo Mayor Oreja, se vivía con “extraordinaria placidez”.
Biografía
Sin embargo, y en honor a la verdad, hay que precisar que muchas de las entradas que asocian su nombre con el franquismo no son achacables de forma directa a su persona y, por tanto, no deben ser tenidas en consideración. Ocurre que, en aquellas noticias que hacen alguna mención biográfica a su persona, se alude a su progenitor y es cuando se le asocia a la dictadura ya que aquél fue ministro y secretario general del Movimiento Nacional en el penúltimo gobierno de Franco.
Sin condenas
No obstante y una vez realizada esta precisión, se reitera que no intenten encontrar la más mínima condena suya al franquismo. El eurodiputado del PP, que recientemente demostró sus exquisitos modales de convivencia democrática mandando al presidente del gobierno de su nación “a cagar”, aparece siempre asociado al anterior régimen por su actitud complaciente hacia el mismo. Y para muestra un significativo botón.
Destitución
El 9 de diciembre de 1997, todos los medios de comunicación del país se hacían eco de una noticia relativa a un programa emitido por la televisión pública de la recién estrenada era Aznar. Los titulares de esta noticia informaban de que los consejeros de RTVE pedían, por mayoría, la destitución del periodista Luis Herrero. El resultado de la votación fue el siguiente: seis votos a favor (PSOE 3, CiU 1, PNV 1 e IU 1) y tan sólo tres en contra de la destitución (PP 2 y 1 el del director general del ente público López Amor).
Profranquista
El programa televisivo que dio lugar a esta petición de cese formulada por los consejeros de la televisión de todos, fue un debate dirigido y moderado por el periodista -hoy también político por reconocimiento de méritos- con el título “Qué queda del franquismo”. La prensa de aquellos días criticó duramente, con amplio despliegue y unanimidad, el alegato profranquista y antidemocrático de aquel programa que, además, fue celebrado en hora de máxima audiencia y, para mayor inri, la víspera del aniversario de la muerte del dictador. La mejor prueba de la veracidad de las críticas vertidas contra el referido debate, fue que todos los representantes políticos, a excepción claro de los populares, pidiesen la destitución de su director.
No estaba
Para terminar, un anecdótico recordatorio. Cuando murió Franco, Luis Herrero, que tenía entonces veinte años, cursaba estudios de periodismo en la Universidad. Pues bien, con diecisiete, con dieciocho y con diecinueve, muchos estudiantes en aquellos días se jugaban el físico enfrentándose en los campus universitarios contra las fuerzas represoras del franquismo. Luis Herrero ni estaba ni se le esperaba. E, incluso, veintidós años después organizaría un debate televisivo para limpiarle la cara a la dictadura. Si se ha vuelto recientemente un fervoroso demócrata, bienvenido. Pero se necesita mucho más pedigrí para dar lecciones de democracia con tan desmedida pasión.
Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas
No hay comentarios :
Publicar un comentario