Pousa Antelo e Isaac Díaz Pardo piden al Concello de Teo que acondicione el lugar en el que murió el regidor republicano
Emma Araújo, 20/8/2008
Emma Araújo, 20/8/2008
Por segundo año consecutivo, el acto de homenaje a la figura y al legado de Ánxel Casal, ilustre galleguista de la Xeración Nós y último alcalde republicano de Santiago, que apareció muerto en 1936 en Montouto, gozó del apoyo institucional de los Ayuntamientos de Arzúa, Teo y Compostela. Quizá por ello, Avelino Pousa Antelo e Isaac Díaz Pardo, que hace décadas localizaron el punto exacto en el que fue asesinado Casal, aprovecharon la circunstancia para que el lugar en el que erigieron un sencillo monumento en piedra, que colocaron si permiso alguno, se convierta en un lugar digno del renombre de Casal, bien con un monumento digno del homenajeado o con una actuación de mayor envergadura aprovechando la ejecución de las obras de mejora y ampliación de la carretera para, en palabras de Pousa Antelo, «facer pedagoxía visual da boa».
El regidor teense, Martiño Noriega, recogió el testigo poco antes de que el acto llegase a su fin y las coronas de flores se depositasen en el lugar en el que tal día como ayer, pero de hace 72 años, apareció el cadáver de Casal, quien días antes se había refugiado en una aldea de Arzúa en la que vivía su familia y en la que fue apresado para morir, días después, cuando lo conducían a Santiago.
El acto en recuerdo de Casal, que arrancó a las 20.30 de ayer y se prolongó hasta el anochecer, contó con numerosas intervenciones en recuerdo de la figura de Casal y de su trágica muerte, el mismo día en el que también fue fusilado Federico García Lorca.
El colectivo de recuperación de la memoria histórica de Teo, bautizado como A Oliveira, ejerció de maestro de ceremonias para desgranar las razones del homenaje y para recordar la importancia que Casal tuvo para la cultura de Galicia en una época crucial para su puesta en valor.
Los tres regidores participantes: Mar Martín (Santiago), Xaquín García (Arzúa) y Martiño Noriega (Teo) recordaron la figura humana del fallecido y también su legado para Galicia. Mar Martín recordó que la recientemente inaugurada biblioteca municipal lleva su nombre. García Couso destacó que en su corta vida se preocupó de plasmar la sociedad real en la que vivió y Martiño Noriega lo definió como «a tinta do lapis da liberdade». El regidor anfitrión cerró el acto señalando que Teo estaba «invertindo en memoria para non esquecer».
El regidor teense, Martiño Noriega, recogió el testigo poco antes de que el acto llegase a su fin y las coronas de flores se depositasen en el lugar en el que tal día como ayer, pero de hace 72 años, apareció el cadáver de Casal, quien días antes se había refugiado en una aldea de Arzúa en la que vivía su familia y en la que fue apresado para morir, días después, cuando lo conducían a Santiago.
El acto en recuerdo de Casal, que arrancó a las 20.30 de ayer y se prolongó hasta el anochecer, contó con numerosas intervenciones en recuerdo de la figura de Casal y de su trágica muerte, el mismo día en el que también fue fusilado Federico García Lorca.
El colectivo de recuperación de la memoria histórica de Teo, bautizado como A Oliveira, ejerció de maestro de ceremonias para desgranar las razones del homenaje y para recordar la importancia que Casal tuvo para la cultura de Galicia en una época crucial para su puesta en valor.
Los tres regidores participantes: Mar Martín (Santiago), Xaquín García (Arzúa) y Martiño Noriega (Teo) recordaron la figura humana del fallecido y también su legado para Galicia. Mar Martín recordó que la recientemente inaugurada biblioteca municipal lleva su nombre. García Couso destacó que en su corta vida se preocupó de plasmar la sociedad real en la que vivió y Martiño Noriega lo definió como «a tinta do lapis da liberdade». El regidor anfitrión cerró el acto señalando que Teo estaba «invertindo en memoria para non esquecer».
