25/08/08
Don Juan de Borbón permite que su hijo estudie en España y elige a los profesores y el tipo de educación.
Javier Cervera Gil
Don Juan de Borbón ha sido un entusiasta de la causa franquista en 1936. Pero esto empieza a desaparecer cuando el Conde constata que Franco no piensa en restaurar de forma inmediata la monarquía. En 1943, don Juan manifiesta que el franquismo ha de ser transitorio e insta al dictador para que abandone el poder. Marzo de 1945: en el Manifiesto de Lausana don Juan se postula como Rey para una España más aceptable en la nueva escena internacional por los aliados vencedores. En 1947 el Conde encadena errores: un manifiesto en Estoril contra la Ley de Sucesión franquista, acercamientos al socialismo en el exilio y la persistencia de su convencimiento en la caída inminente de Franco. Éste, probablemente, ya entonces no cuenta con don Juan y, más bien, piensa en su hijo, Juan Carlos. Pero considera que ello exige que ese “sucesor a título de Rey”, que señala la Ley de Sucesión, se ha de educar en España y, por tanto, controlada por el propio Franco. Mientras, británicos y estadounidenses aconsejan a don Juan que se entienda con Franco y el Conde, por fin, se da cuenta de que el Franquismo, de momento, no va a caer. Ese es el contexto del encuentro en el buque Azor el 25 de agosto de 1948, en aguas del golfo de Vizcaya a 5 millas de San Sebastián. Franco y don Juan, que hace 18 años que no se ven, charlan durante tres horas: el general asegura a don Juan que permanecerá en el poder por lo menos 20 años, pero conviene que don Juan Carlos se eduque en España. Don Juan exige que sea él, como padre, el que decida cómo ha de ser esa educación y quienes sean los profesores. Franco accede.
http://www.gaceta.es/24-08-2008+hace_60_anos_franco_quiere_que_don_juan_carlos_sea_su_heredero,noticia_1img,24,24,30005
Javier Cervera Gil
Don Juan de Borbón ha sido un entusiasta de la causa franquista en 1936. Pero esto empieza a desaparecer cuando el Conde constata que Franco no piensa en restaurar de forma inmediata la monarquía. En 1943, don Juan manifiesta que el franquismo ha de ser transitorio e insta al dictador para que abandone el poder. Marzo de 1945: en el Manifiesto de Lausana don Juan se postula como Rey para una España más aceptable en la nueva escena internacional por los aliados vencedores. En 1947 el Conde encadena errores: un manifiesto en Estoril contra la Ley de Sucesión franquista, acercamientos al socialismo en el exilio y la persistencia de su convencimiento en la caída inminente de Franco. Éste, probablemente, ya entonces no cuenta con don Juan y, más bien, piensa en su hijo, Juan Carlos. Pero considera que ello exige que ese “sucesor a título de Rey”, que señala la Ley de Sucesión, se ha de educar en España y, por tanto, controlada por el propio Franco. Mientras, británicos y estadounidenses aconsejan a don Juan que se entienda con Franco y el Conde, por fin, se da cuenta de que el Franquismo, de momento, no va a caer. Ese es el contexto del encuentro en el buque Azor el 25 de agosto de 1948, en aguas del golfo de Vizcaya a 5 millas de San Sebastián. Franco y don Juan, que hace 18 años que no se ven, charlan durante tres horas: el general asegura a don Juan que permanecerá en el poder por lo menos 20 años, pero conviene que don Juan Carlos se eduque en España. Don Juan exige que sea él, como padre, el que decida cómo ha de ser esa educación y quienes sean los profesores. Franco accede.
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