Josefina, que tenía cuatro años, recuerda las horas previas al fusilamiento de su padre
Autor: Carla Pereira/Blanca A.-B.M.
27/8/2008
Cuando se cumple el 76 aniversario del fusilamiento de Emilio Martínez Garrido, último alcalde de Vigo durante la Segunda República, la menor de sus hijos, Josefina, relata el fatídico final de la vida de su padre y la dureza de los años del Régimen.
-¿Su familia era de Vigo?
-Sí, de siempre. Yo nací en Lavadores, porque la ciudad estaba dividida en dos distritos distintos, Vigo y Lavadores.
-¿Como recuerda a su padre?
-Mi padre era un señor encantador. Primero fue alcalde de Lavadores y cuando se unió con Vigo, fue alcalde de Vigo por votación del pueblo. La sede del PSOE, que está en el Calvario, se llama Martínez Garrido. Recuerdo cuando el Ayuntamiento estaba en la plaza de la constitución e iba a ver a mi padre con su chófer.
-Aunque usted solo tenía cuatro años, ¿qué recuerdo guarda de lo que ocurrió con su padre?
- Yo era muy pequeña, pero se hicieron barbaridades por ambos lados, hay que reconocerlo. Las guerras civiles son así. Nosotros éramos los rojos y no creíamos en el mandamiento de no matarás, pero ellos eran los del mea culpa. Cuando vino el señor enano del caballo (Franco), los alcaldes que no entraban por el aro iban al paredón.
-¿Cómo fue su encarcelamiento?
- Mi padre estaba en el ayuntamiento y le avisaron, pero él decía: ¿A mí que me van a hacer? Y se quedó. Lo fueron a buscar y lo llevaron a la cárcel que estaba en la calle Príncipe.
-Y del fusilamiento, ¿Recuerda algo?
- A las siete de la mañana me llevaron a la capilla de La Purísima, porque no dejaron a nadie más ir a despedirlo. Lo trajeron esposado y cuando lo soltaron se agarró a mí. No se soltaba, eso es lo último que recuerdo...
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2008/08/27/0003_7090814.htm