Sábado, 06 de septiembre de 2008
Todas ellas compondrían el censo que pretende elaborar el juez Baltasar Garzón
Tanto Aranzadi como el colectivo Ahaztuak creen que la medida cubre un vacío judicial histórico en este ámbito
DONOSTIA.Miguel Cifuentes. Más de 2.500 personas desaparecidas en la CAV, 1.100 de ellas en Gipuzkoa. Ésas son, según datos facilitados por Aranzadi, las cifras que dejó la Guerra Civil en forma de asesinatos cometidos "irregularmente", es decir, fuera de una acción de combate. Fusilados en su mayor parte después de ser detenidos y encarcelados tras el alzamiento militar de 1936, todos ellos componen el listado de víctimas no oficiales, de los muertos sin nombre que dejó la represión de esos años.
El paso del tiempo y la labor de familiares e investigadores ha permitido localizar los restos de muchos de ellos. Otros, en cambio, siguen sin tener un lugar de descanso. Las dificultades y el oscurantismo han marcado, hasta la fecha, el descubrimiento de un camino que no por desconocido ha dejado de recorrerse. Al menos, así lo aseguran muchos de quienes se han sumergido en ese proceso. Convencidos de ello, y de que la justicia les asiste, varias familias han recurrido a ese poder judicial para reclamar, cuando menos, el reconocimiento de los hechos.
La solicitud realizada a principios de esta semana por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para recabar información con el fin de elaborar un censo de fusilados, desaparecidos y enterrados en fosas comunes ha supuesto un antes y un después. "Es positiva, sobre todo, porque refuerza lo que reclamaban muchas familias. Cada paso que se da es un avance", asegura Paco Etxeberria, director de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que ha exhumado desde el año 2000 restos de más de 300 víctimas de la Guerra Civil...
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/ediciones/2008/09/06/sociedad/gipuzkoa/d06gip6.1237677.php
El paso del tiempo y la labor de familiares e investigadores ha permitido localizar los restos de muchos de ellos. Otros, en cambio, siguen sin tener un lugar de descanso. Las dificultades y el oscurantismo han marcado, hasta la fecha, el descubrimiento de un camino que no por desconocido ha dejado de recorrerse. Al menos, así lo aseguran muchos de quienes se han sumergido en ese proceso. Convencidos de ello, y de que la justicia les asiste, varias familias han recurrido a ese poder judicial para reclamar, cuando menos, el reconocimiento de los hechos.
La solicitud realizada a principios de esta semana por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para recabar información con el fin de elaborar un censo de fusilados, desaparecidos y enterrados en fosas comunes ha supuesto un antes y un después. "Es positiva, sobre todo, porque refuerza lo que reclamaban muchas familias. Cada paso que se da es un avance", asegura Paco Etxeberria, director de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que ha exhumado desde el año 2000 restos de más de 300 víctimas de la Guerra Civil...