El historiador Xosé Enrique Acuña lamenta el "silencio" sobre el campo de concentración de Figueirido.
29 de diciembre de 2008 F. Martínez Pontevedra, Xosé Enrique Acuña apuesta por sacar a la luz el movimiento antifranquista que surgió en Galicia en 1936, así como recuperar muchos de los episodios que todavía no se han debatido suficientemente. El libro "A resistencia antifranquista en Galiza" es un paso hacia ese objetivo.
-¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
- Yo tenía mucho interés en que existiese un manual de urgencia sobre lo que fue la resistencia antifranquista en Galicia. Una especie de libro de bolsillo, de lectura ágil y rápida, para todos los públicos. Pretende ser riguroso, pero de pocas páginas, para que llegue a gente joven que no conoció la dictadura. Hay que insistir en que Galicia estuvo ausente de las libertades durante cuatro décadas, fue un periodo de represión absoluta, con más de 8.000 muertos, según las últimas cifras, y miles de encarcelados y exiliados. El libro cuenta desde el golpe militar de julio de 1936 hasta 1977, entendido como el año en el que se recuperan las libertades con las primeras elecciones democráticas.
-¿Qué episodios recoge?
-Es un manual abreviado que recoge el mundo carcelario del franquismo, los gallegos que lucharon a favor de la República, la represión de los primeros días, la dureza y los asesinatos de las bandas paramilitares y el colaboracionismo de una parte no despreciable, podemos decir, de la población con los militares. También aborda la etapa mítica de la guerrilla antifranquista en Galicia, la creatividad heroica del exilio y la recuperación de la lucha política a través del movimiento obrero a partir de las huelgas de 1962, que tuvieron su apogeo con los movimientos huelguísticos de Ferrol y Vigo en 1972, hasta la últimas ejecuciones del franquismo.
-¿Qué diferencias hay entre la lucha antifranquista en Galicia y la del resto de España?
-Hay una diferencia fundamental. En Galicia no hubo guerra civil, sino que se sufrió la Guerra Civil. Galicia fue retaguardia y por lo tanto hubo una represión durísima, un diseño genocida de eliminación de los principales cargos de los partidos democráticos, obreros, agrarios y galleguistas, pero no hubo frente de guerra. Pero, por otra parte, el ejército alzado obligó a miles de jóvenes gallegos a implicarse en la guerra, con la consecuencia de miles de muertos gallegos en el ejército nacional.
-¿Se incluyen referencias a Pontevedra y su comarca?
-Es una monografía dedicada a toda Galicia, pero sale reflejado el ejemplo tan trágico de la Guardia Cívica de Pontevedra, causante de los asesinatos en 1936. Pontevedra aún tiene que recuperar mucha memoria y hay episodios muy negros en su historia, como las cientos de ejecuciones realizadas en Monte Porreiro, los presos políticos internados en las cárceles de Camposancos y Figueirido, que eran fusilados en Pontevedra y hay un silencio absoluto sobre el trágico y nefasto campo de concentración que fue Figueirido, donde murieron de hambre por las malas condiciones, cientos de presos políticos.
-¿Cuál es la herencia de aquella lucha antifranquista?
-Todo lo que queda es la democracia que vivimos y la consolidación de las conquistas sociales y políticas que fueron refrendadas primero en 1936 por el pensamiento republicano y la conquista del Estatuto de Autonomía para Galicia. Esas ideologías políticas que fueron derrotadas y se intentó eliminar en 1936, son las que hoy gobiernan en Galicia.
No hay comentarios :
Publicar un comentario