JOSÉ YOLDI - Madrid - 24/10/2008
El juez Baltasar Garzón y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, han entrado en una espiral de guerra abierta por la competencia del primero en la causa contra el franquismo. La contención inicial, con mensajes incluidos para preservar la amistad entre ambos, ha dado paso a un enfrentamiento con gruesos términos que suponen la descalificación profesional del otro e incluso con maniobras y triquiñuelas jurídicas que ha sembrado un campo de minas en las relaciones personales que será muy difícil de superar.
Zaragoza ha llegado a promover un incidente para declarar la incompetencia objetiva y funcional del juez en el caso, previsto en el artículo 23 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, pero que por lo violento y estigmatizante del procedimiento nunca se había invocado antes en los 31 años de existencia de la Audiencia Nacional. La tradicional cortesía -y Garzón y Zaragoza no es que fueran corteses entre ellos, sino que eran buenos amigos y existía una relación de complicidad desde hace 20 años- se ha ido al garete....
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