Gonzalo Bareño La Voz, 13/10/2008
Siete meses después de su segunda derrota en las generales, las cosas parecían ponerse por fin a favor de Rajoy en términos electorales. La crisis económica ha destrozado los números económicos de Zapatero, su joya de la corona. Pero en los últimos días Rajoy y el PP se han convertido en los peores enemigos de sí mismos. El indiscreto micrófono que recogió su alusión al «coñazo» del desfile ha dejado tocado al líder popular, que ayer presentaba un semblante abatido.
El otro problema que preocupa a Rajoy tiene su origen en Galicia. En Génova ha sentado mal y se ha entendido peor que el PPdeG firme texto de apoyo a la Ley de Memoria Histórica y de condena nítida del franquismo. Algo que el propio Rajoy ha eludido hasta ahora, no sin esfuerzo. El asunto parece nimio, pero los problemas son varios. El PPdeG rompe el discurso de Rajoy de rechazo absoluto a la Ley de Memoria Histórica. Lo más parecido a un desencuentro entre Rajoy y Feijoo, uno de sus mayores apoyos en su tercer intento de asalto a la Moncloa.....
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