Una prueba de ADN identificará los cuerpos de los represaliados hallados en la fosa de San Xián, en Gondomar
TERESA CUÍÑAS - Gondomar - 21/04/2009 "Esto se alargó demasiado, ¿por qué acá cuando se terminó la dictadura no se hizo esto? Otros países resolvieron enseguida e indemnizaron a las víctimas, nosotros, en cambio, tuvimos que pasar unas dificultades tremendas durante décadas", exclama Eduardo Araújo Losada. Su acento uruguayo, fruto de 50 años de vida emigrante, es tan evidente como su emoción. "Había mucho miedo, tío, y sintiendo miedo no es posible hacer nada. En otros lugares hubo memoria y rabia para hacerlo, por eso la historia de Galicia todavía está por contar", le responde su sobrino Antonio, alcalde de Gondomar por el BNG. Acompañados por Sergio y Álvaro, hermanos de Eduardo, esperan su turno para entrevistarse con el forense que dirigirá el proceso de identificación y el estudio antropológico del cuerpo de Abilio Araújo Barbosa, un jornalero portugués que fue fusilado en 1937. Era su padre.
La biblioteca del Instituto de Estudos Miñoranos (IEM) es una sala de reunión esta mañana de sábado. Además de los Araújo, se sientan la hija y el nieto de Manuel Prudencio do Rosario, otro portugués vecino de la parroquia gondomareña de Chaín, y el hijo y el nieto de Joaquín de la Iglesia Portela, un ebanista nacido en San Pedro da Ramallosa y que era miembro de la corporación municipal de Nigrán. Tras la excavación de las dos fosas comunes de San Xián, que efectuaron los arqueólogos del IEM, ahora llega el momento de poner nombre a los cuerpos y de determinar las causas de sus muertes. La memoria de estas tres familias y algunos documentos oficiales condujeron a los historiadores hasta los enterramientos; una vez levantados los cadáveres su aportación continúa siendo decisiva. Su huella genética, a través de una muestra de saliva, es la clave "para que recuperen la dignidad que les robaron", dice Antonio. De los restos encontrados en San Xián, los investigadores sólo han podido reunir información de tres personas. El fallecimiento de las otras dos no consta en ninguna parte, como si nunca hubiesen existido...
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