El acto tendrá lugar a las 12:00 horas en la Calle Ansoleaga, en las inmediaciones de la Plaza San Francisco Organizado por la asociación de victimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977 el próximo sábado dia 25 se celebrará en Iruñea un homenaje al Comandante de la Guardia Civil José Rodriguez-Medel Briones, primer asesinado por los golpistas en Iruñea el 18 de Julio de 1936.
El acto tendrá lugar a las 12:00 horas en la Calle Ansoleaga, en las inmediaciones de la Plaza San Francisco, lugar donde estaba situada en aquella fecha la Comandancia de la GC de Pamplona y donde fue asesinado el Comandante Rodriguez-Medel al negarse a secundar el golpe contra la II Republica que se venia gestando desde tiempo atrás y que ese mismo dia puso en marcha en Iruñea, el General Mola. El homenaje constará de un aurresku de honor, una ofrenda floral y la intervención de un representante de Ahaztuak 1936-1977, asociaciación convocante.
Tambien se contará con la presencia e intervención de Antonio Maira y Jose Luis Pitarch, ex-integrantes de las FF.AA y miembros represaliados de la UMD (Unión Militar Democrática) en la época franquista. Tras el acto los presentes se desplazarán al cementerio de Pamplona, lugar donde estan enterrados, aún sin tumba propia, los restos de Rodriguez Medel.
El Comandante José Rodriguez-Medel Briones era jefe de la Comandancia de la GC en Pamplona y fue asesinado en la tarde del 18 de Julio de 1936, momento en que estaba produciendose el golpe fascista preparado en Navarra desde hacia tiempo por Tomás Domínguez Arévalo, Conde de Rodezno, por los requetes carlistas de Baleztena y del Burgo, por la Falange, la Iglesia, la prensa reaccionaria encabezada por Raimundo García García, el famoso Garcilaso, y dinamizado por el Director, el general Emilio Mola. Requerido por este ultimo en las semanas previas al golpe para sumarse a él Rodriguez-Medel se mantuvo fiel a la legalidad republicana e intento el mismo dia del golpe llevar a las tropas a su mando hacia Tafalla para aislar Pamplona por el sur e intentar desde alli resistir a este. Fue muerto de varios disparos por números de su propia tropa partidarios de los golpistas a la salida de la Comandancia.
Tras su asesinato a su familia sólo les fue ofrecida una fosa común para su entierro, aunque una familia pamplonesa, los Chueca, les cede un lugar en su panteón aunque ha de ser enterrado por imperativo de los golpistas sin inscripción alguna.
Desde Ahaztuak 1936-1977 dentro de la campaña “1939-2009. Ni vencidos ni desarmados” que venimos desarrollando queremos con este acto honrar y reivindicar la memoria de este hombre que defendió hasta las ultimas consecuencias frente al golpe fascista la voluntad popular representada en la legalidad republicana.
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