Diez de Marzo de 1972 en Ferrol

En los primeros días del mes de marzo de 1972 estalla una fuerte conflictividad en la factoría de la E.N. Bazán de Ferrol. Los trabajadores, al margen del cauce legal de la Organización Sindical (sindicato vertical), solicitan un convenio colectivo a nivel de factoría, sin querer ser incluidos en el que engloba a las otras factorías de Cádiz y Cartagena.

El día 6 de marzo, sin intervención social de la factoría ferrolana, se aprueba el V convenio colectivo, aplicable a la factoría de Ferrol. Como acto de protesta ante este hecho, los trabajadores intentan llevar a cabo una asamblea delante de la dirección de la empresa, pero, al tener la noticia de que han sido expedientados seis obreros, dicha reunión no tiene lugar.

El día 9, al entrar a trabajar, por la mañana, los vigilantes jurados, por orden de la dirección, comunicaron la suspensión a los seis trabajadores, invitándolos a abandonar la Factoría. Sobre uno de estos obreros se empleó la violencia. La noticia de este hecho llegó pronto a sus compañeros. Sobre las 9'45 horas se fue acercando ala dirección, en la explanada situada frente a la misma, una gran cantidad de obreros. Cerca de las once horas, subió una comisión para hablar con el director, a fin de comunicarle la no aceptación del convenio interprovincial, y, además, exigir la anulación de la suspensión de los seis compañeros. A las 17'15 horas, accediendo a la petición del director, la Policía Armada cargó contra los obreros para disolverlos.

Sobre las 7'30 horas del día 10, frente a la puerta Norte de la Bazán, se concentraron unos 1.000 obreros, que encontraron las puertas de la empresa cerradas. Los trabajadores comienzan una gran manifestación que se dirigirá, a través de las calles Rochel, Canalejas, General Franco y Galiano, hasta la plaza de España. Después continuaron adelante, tomando la dirección de la avenida de las Pías (entonces llamada Avda. de Jorge Vigón), para, al parecer, pedir solidaridad a sus compañeros de la factoría Astano.

Las fuerzas de la Policía Armada (dos secciones, con unos 78 números en total), tratando de impedir esta acción, se adelantan por la avenida de Quiroga Palacios, que tiene comunicación con las Pías. A la altura de la iglesia del Pilar los policías bajan de los autocares y se dirigen hasta las cercanías de la confluencia de las Pías, que está un poco más alta. Allí se produce el enfrentamiento que se salda con la muerte de dos obreros: Amador Rey Martínez y Daniel Niebla García.

Esos acontecimientos serán claves para el movimiento obrero gallego. Con el andar de los años esa fecha del 10 de marzo de 1972, se convertiría para los sindicatos en el "día da clase obreira galega".

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