Polémico monumento. El Arsenal Militar elabora una funda a medida para ocultar la efigie y estudia dos ubicaciones posibles
R.P.P. La Voz de Galicia 14/2/2010 Se preveía una medida «inmediata», pero hoy se cumple exactamente un mes desde que el alcalde anunciase la decisión de trasladar la estatua de Franco al interior del Arsenal y caballo y jinete continúan en el mismo lugar que hace más de siete años. El Ministerio de Defensa daba un plazo de «días» a mediados de enero para realizar la operación y dar cumplimiento así a la Ley de Memoria Histórica. Los días se han convertido en semanas y las semanas en un mes sin que nada se haya movido y todavía sin fecha para que lo haga.
La decisión tomada de ocultar el símbolo franquista en un almacén del Arsenal y cubrirlo con una lona está todavía pendiente de la pertinente orden de las autoridades militares.
Durante este tiempo, el Arsenal ferrolano ha trabajado en cuestiones «técnicas» para estudiar cómo se efectuará la operación y conocer la forma de anclaje del conjunto escultórico.
Por el momento, lo único que ha trascendido es que se cuenta con dos alternativas posibles, entre las que deberá elegir el almirante jefe, para albergar de forma definitiva la estatua, después de que en la noche del 4 de julio del 2002 fuese retirada de la plaza de España. Precisamente, la operación que se prepara será similar a la desarrollada entonces, pero con un recorrido mucho más corto. Una grúa pluma izará las seis toneladas de bronce de una estatua firmada por Federico Coullat-Varela y sufragada por cuestación popular, y, protegida por un armazón, se conducirá sobre una plataforma rodante hasta el almacén elegido. El último trayecto se hará a mínima velocidad por precaución. Su destino lo compartirá también la placa que recoge las palabras de un fragmento del testamento del dictador.
En un solo día
Tras los estudios técnicos realizados durante este tiempo, fuentes militares estiman que la operación se podrá realizar en un solo día. El Arsenal pondrá medios propios, pero es probable que tenga que echar mano de maquinaria externa para poder llevar a buen término la intervención.
Además, el Arsenal está confeccionando una funda de lona a medida para la estatua ecuestre, de seis metros de altura. Esa lona plastificada es el «toldo» al que se refería hace un mes Vicente Irisarri, con el que se evitará la contemplación pública de la estatua.
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