Carlos Fernández 3/5/2009
Cuando el matrimonio formado por Francisco Pérez Carballo y Juana Capdevielle Sanmartín llegó a A Coruña el 12 de abril de 1936 no podían imaginarse el trágico final que les esperaba. Setenta y tres años después, van a ser recordados con la dedicatoria de sendas calles con su nombre.
Cuando el matrimonio formado por Francisco Pérez Carballo y Juana Capdevielle Sanmartín llegó a A Coruña el 12 de abril de 1936 no podían imaginarse el trágico final que les esperaba. Setenta y tres años después, van a ser recordados con la dedicatoria de sendas calles con su nombre.
Pérez Carballo solo tenía 25 años y, a pesar de ello, fue nombrado gobernador civil de la provincia. Había nacido en Madrid y se licenció en Derecho por la Universidad Central. Desde 1931 era dirigente de la FUE (Federación Universitaria Española), y miembro de la Asociación Internacional de Estudiantes. También era directivo de las Juventudes de Izquierda Republicana, el partido de Azaña y Casares Quiroga. Profesionalmente, desempeñaba la ayudantía de la cátedra de Derecho Romano, de la que era titular José Castillejo y adjunto Enrique Ramos, futuro ministro de la República.
Su esposa Juana Capdevielle (apellido de origen francés), tenía 27 años de edad y era licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Central. Persona de amplia cultura, había ganado una plaza de archivera en la Ciudad Universitaria de Madrid.
Nada más llegar, el gobernador tuvo que presidir en los Cantones el desfile conmemorativo del quinto aniversario de la proclamación de la República, acompañado del general jefe de la octava División Orgánica, José Salcedo Molinuevo. En esta parada militar, el joven Pérez Carballo se percató de la hostilidad existente entre los jefes y oficiales de la guarnición coruñesa.
El ambiente de la ciudad se fue enrareciendo y, ya en julio de 1936, el comisario superior de Policía le rogó que llevase escolta, siendo designado para ello el agente Fernando Freire, que siempre le seguiría a corta distancia. Pérez Carballo actuó con eficacia, por su talante conciliador, en los numerosos conflictos laborales que se produjeron en los meses previos al alzamiento contra la República. También conoció el proyecto que había para asesinarle dirigido por un jefe de la Guardia Civil, que terminó con su arresto domiciliario.
Alzamiento
Cuando el 17 de julio se produjo el alzamiento militar en el norte de Marruecos, el gobernador presidió varias reuniones en la sede del Gobierno para hacer frente a la insurrección. Siempre fue animado por su esposa, poseedora de un carácter fuerte y decidida a la defensa de la legalidad republicana. Y, cuando el 20 de julio, los rebeldes decidieron declarar el estado de guerra, tras detener y arrestar a los generales Salcedo y Caridad Pita, Pérez Carballo permaneció en su puesto de mando y, ayudado por la Guardia de Asalto y personas adictas al Frente Popular, resistió durante varias horas el asedio de los militares sublevados, que comenzaron a bombardear, desde el Parrote, el edificio del Gobierno.
Al final, fue detenido y llevado al cuartel de Infantería, de donde saldría más tarde rumbo a la prisión provincial, muy próxima a la torre de Hércules. De allí, fue llevado a punta Herminia, donde, junto con el comandante Quesada y el capitán Tejero, fue fusilado.
Juana Capdevielle fue engañada y fusilada
Nota ABF: Na foto Juana Capdevila y Francisco Pérez Carballo gobernador da Coruña asasinados igual que o Xeneral (detras deles) Rogelio Caridad Pita fusilado no Castelo de S. Felipe.
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