LORENA BUSTABAD - Ferrol - 15/01/2010 La estatua ecuestre de Franco que durante décadas presidió la entrada a Ferrol será confinada en un almacén del Arsenal y se ocultará bajo un toldo en pocos días. Es la solución "sencilla, sensata, natural y barata" que ha ideado el alcalde socialista, Vicente Irisarri, para sacudirse un problema incómodo que no merece "más de cinco minutos".
Defensa ordenó al ayuntamiento que retirase la estatua del patio del Arsenal donde quedó aparcada en 2002, cuando un alcalde del BNG, Xaime Bello, bajó a Franco de su pedestal para iniciar la reforma de la plaza de España, que todavía continúa.
Vicente Irisarri, que guardó silencio tres días, negoció con el almirante, Santiago Bolíbar. Acordaron depositar la efigie en un trastero del arsenal, propiedad de Defensa y de acceso restringido.
Ayer, la junta de portavoces del Ayuntamiento de Ferrol, por "amplia mayoría" respaldó la propuesta del grupo de gobierno, del PSOE. "Tema resuelto", zanjó el alcalde de la ciudad, Vicente Irisarri, que había permanecido callado hasta ahora y estaba molesto por la exagerada polémica suscitada por la ubicación de la estatua en la ciudad.
"Es un tema sin importancia", recalcó el regidor, "no se trata del juzgar el franquismo sino de cumplir con la Ley de Memoria Histórica". Desde las filas del Partido Popular, que reprocharon al Ministerio de Defensa que no se ocupe "de temas más serios", no se oponen a la medida tomada por Irisarri, ya que la propuesta se ajusta a la ley. En la misma línea, se pronunciaron Independientes por Ferrol y el BNG.
La voz discordante fue la de Yolanda Díaz, lider de Izquierda Unida, que protestó por la ligereza con la que se daba carpetazo a un asunto "muy importante" para su formación. "Es vergonzoso" manifestó, "es como barrer y meter el polvo debajo de la alfombra". El grupo de IU en el Ayuntamiento de Ferrol pidió que se fundiese la estatua para levantar un monolito a los represaliados.
La Armada, "depositaria accidental" de la estatua ecuestre de Franco desde hace siete años, se ha ofrecido a trasladarla desde el patio hasta el almacén con una grúa. El departamento de Carmen Chacón manifestó que será "cuestión de días", pero no pone fecha a la mudanza.
A la espera del Plan E
La estatua es una mole de bronce de siete toneladas que la ciudad regaló al dictador en 1967. Durante 35 años presidió la entrada a Ferrol desde su atalaya en el centro de la plaza de España. La madrugada del 4 de julio de 2002, la bajaron de su pedestal entre aplausos y abucheos. El dictador a caballo pasó los últimos años igualmente a la intemperie en el patio de Poniente del Arsenal ferrolano, guardando la puerta del Museo Naval y a la vista de curiosos y turistas accidentales.
Aunque es el más mediático, la estatua no es el último símbolo del franquismo que pervive en Ferrol. El callejero del Arsenal rinde homenaje a militares del Régimen, y dos escudos preconstitucionales adornan el cuartel Sánchez Aguilera y la Escuela de Máquinas de Caranza. Una cruz de los caídos preside la céntrica plaza de Amboage. El Gobierno local estudia ahora su retirada con fondos del Plan E.
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