"La transición sangrienta" revela la violencia política tras la muerte Franco

Valencia, 5 may (EFE).- El periodista y escritor alicantino Mariano Sánchez Soler, autor del ensayo "La transición sangrienta", denuncia a través de esta obra la "ocultación" institucional que imperó en los años posteriores a la muerte del dictador Francisco Franco, en los que la sociedad tuvo que aceptar el "precio" de la "violencia política".
El autor de esta obra, la cual será presentada mañana en Valencia, ha indicado a EFE que su objetivo fundamental es "alumbrar una investigación sobre la violencia política en la transición" que costó la vida a 591 personas y más de dos mil resultaron heridas "a manos de fuerzas ultraderechistas e institucionales".
"Éstos no son datos discutibles, sino que han sido obtenidos a través del estudio de las sentencias de la época", ha apuntado Sánchez Soler, quien ha asegurado que el ensayo está basado en datos empíricos y contrastables, fruto de un trabajo de investigación de "más de diez años".
En este sentido, el periodista ha destacado que "se nos vendió" una transición a la democracia marcada por la reconciliación y el consenso, pero "las movilizaciones, manifestaciones, la guerra sucia y los grupos ultraderechistas" constituyen "la parte oculta" que la política del silencio posfranquista "no ha querido investigar".
"La transición constituyó una continuación del franquismo, de una política del silencio, de considerar que eran hechos aislados cuando, en realidad, todo estaba relacionado", ha afirmado Sánchez Soler respecto a casos de represión, asesinatos selectivos y terrorismo recogidos en su libro.
El periodista ha admitido que esta obra llega en un momento "conflictivo" por el debate político y social que ha provocado la imputación del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón tras intentar investigar la desaparición de personas durante la Guerra Civil y el Franquismo.
Al respecto, recuerda que la Ley de Amnistía, que extingue la responsabilidad penal de los actos políticos delictivos anteriores a 1976, fue asumida "por los partidos políticos como un punto final", ha señalado el autor".