Los embajadores celebran el 65º aniversario del final de la II Guerra Mundial
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 08/05/2010
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 08/05/2010
Hoy hace 65 años del final de la II Guerra Mundial y la liberación de Europa del yugo nazi. Y ayer, en el cementerio de Fuencarral (Madrid), entre el monumento a los republicanos españoles que lucharon contra los nazis y el dedicado a los voluntarios llegados años antes a España para luchar contra el franquismo, representantes del Gobierno y embajadores de una decena de países se reunieron para rendirles homenaje.
Al acto asistió José Antonio Alonso, un asturiano de 91 años que después de perder la primera batalla europea contra el fascismo, se entregó sin dudarlo a la segunda. Esta vez logró contribuir al "aniquilamiento de esa bestia feroz" como jefe de la tercera brigada de la Agrupación de Guerrilleros Españoles en Francia. Ayer echaba de menos a sus compañeros. "Soy ya de los rarísimos supervivientes".
Ludivina García Arias, presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio Español llamó la atención sobre el hecho de que hubiera tenido que ser su asociación la que convocara el acto mientras en el resto de Europa se están celebrando homenajes oficiales. "El Estado debería recoger esta antorcha", dijo.
La subsecretaria del Ministerio de Justicia, Purificación Morandeira, declaró después: "El Gobierno tiene claro que no hay que olvidar (...) La ley de memoria histórica, un pequeño paso que sin duda no está a la altura de lo entregado por las víctimas".
El presidente del Senado, Javier Rojo, aseguró que, para él, no se trataba de "un acto protocolario" y que estaba allí "por convicción". "Recordemos para no cometer los mismos errores y horrores", añadió.
El ex ministro de Defensa Julián García Vargas, que promovió el monumento a los guerrilleros españoles, recordó: "Liberaron París, lucharon en Alemania y acabaron en campos como Mauthausen...". Después de guardar un minuto de silencio por las víctimas, representantes de las embajadas de Francia, Rusia, Israel y Ucrania, entre otras, depositaron flores ante los monumentos.
Alonso, que aseguró que en sus batallas jamás tuvo miedo -"eso venía después"- confesaba ya terminado el acto: "Hoy no sé si lo volvería a hacer. Me cuesta entender que esta democracia permita actuar a Falange y que haya demócratas que ven bien que se pague 136.000 euros para exhumaciones de la División Azul y critiquen la apertura de fosas que desean tantas familias".
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