El presidente de Sogecable, investigado por genocidio

Pedro Fernandez Barbadillo- Boka bulario 17.04.10

Intolerable!,
¡inadmisible!,¡insoportable!,
¡inaguantable!, ¡anticonstitucional! ¿Cómo una empresa que cotiza en Bolsa y se ha enriquecido con la ingeniería de almas al servicio del Imperio Progre puede tener como presidente a un sospechoso de un genocidio fascista?

Nueva bofetada para PRISA, los Polanco, Janli y compañía. Al procesamiento de Baltasar Garzón, a los problemas financieros, a la caída de ventas de El País y al abandono por parte del amo del PSOE, se une el baldón de tener como presidente de una de sus empresas a una persona investigada en Argentina por colaboración en el genocidio del franquismo.

La corresponsal Soledad Gallego-Díaz, a la que el lobby rosa que ahora gobierna El País mandó a Buenos Aires (¡machistas!), ha publicado un reportaje enternecedor sobre los refuerzos que mandan los progres argentinos a Garzón: una querella por los crímenes del franquismo. La ex directora adjunta de El País ahorra a sus lectores un dato de interés: la identidad de los ministros y altos mandos militares cuya identificación piden los querellantes, previa a su imputación. Uno de ellos es Adolfo Suárez. Otro es Rodolfo Martín Villa, ministro de Gobernación, entre julio de 1976 y julio de 1977.

¿Y a qué dedica el tiempo Rodolfo Martín Villa, cuya biografía azul podéis leer en La Vanguardia, el periódico ex franquista? ¡Presidente de SOGECABLE! Le propuso el ex jefe de centuria del Frente de Juventudes, Jesús Polanco. Y, según la información de la web corporativa de SOGECABLE, el secretario del consejo de administración que preside Martín Villa, es Juan Luis Cebrián.

Más fotos del presidente de Sogecable ataviado con camisa azul.

Conclusión: aquí siempre han mandado los mismos, al menos desde que yo era pequeño.

Maruja Torres y Forges, buscando franquistas en el Tribunal Supremo, cuando los tenían en su casa, y no me refiero a Janli ni a Javier Pradera, oficial del cuerpo jurídico del Ejército de la Victoria.

Pero tal vez ya a estos franquistas no les valga su máscara de progresismo. Venga, un gin tonic para celebrarlo.

Y recordando a antiguos colaboradores del franquismo, aquí tenemos el nombramiento como fiscal de Carlos Jiménez Villarejo en 1962. El cazafachas juró los principios fundamentales del Movimiento. ¿Por qué no se le procesa a éste, que se ganaba la vida pidiendo la aplicación del Código Penal del franquismo? ¿No podía haberse dedicado a la abogacía, en vez de ser funcionario del régimen?

(Yo es que me mondo de risa con los progres. Si no fueran tan peligrosos como un mono con una pistola cargada, serían divertidos.)

CODA: A ver, redactores de prensa de papel de pago. Lo que habéis leído arriba ES periodismo; lo que hacéis vosotros, u os hacen hacer vuestros jefes, es refrito de teletipos.