Insurgente.org
Por Iniciativa “Garzón en Argentina”:
Este miércoles, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
Audiovisual, organismo surgido a partir de la Ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual que sustituye al COMFER de la dictadura,
dará a Baltasar Garzón el llamado "Premio AFSCA".
Insólita decisión que encubre los cierres de medios de comunicación
que el ex juez español ordenó en España, con demostrados hechos de
torturas a los empleados de varios de ellos.
Diario EGIN, la Radio Egin Irratia, la revista Ardi Beltza (Oveja Negra, en lengua vasca), la revista Kale Gorria (Calle Roja), Revista Solidaridad (Revista de la ilegalizada por Garzón Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos, cercana al movimiento antifascista)...
Diario EGIN, la Radio Egin Irratia, la revista Ardi Beltza (Oveja Negra, en lengua vasca), la revista Kale Gorria (Calle Roja), Revista Solidaridad (Revista de la ilegalizada por Garzón Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos, cercana al movimiento antifascista)...
No son los únicos casos de esta particular relación de Garzón con la prensa de izquierdas.
Durante la llamada "Operación Garzón contra el independentismo
catalán", llevada a cabo en 1992 para garantizar la "paz olímpica"
previa a los Juegos Olímpicos de Barcelona, fueron torturados durante el
operativo de la Guardia Civil, los periodistas Oriol Malló y Eduard
López, ambos trabajadores de los semanarios catalanes El
Temp y El Punt respectivamente.
Suerte parecida corrió el periodista gallego Pepe Rei, autor del
libro Garzón, la otra cara, un reportaje de investigación que ha servido
de fuente para muchos reportes de esta iniciativa; también denunció los
vínculos de las fuerzas de seguridad españolas en el aumento de la
circulación de droga entre los barrios populares del País Vasco y
Galicia.
Y la historia no termina aquí. La periodista catalana Teresa Toda, subdirectora de Egin, fue encarcelada por Garzón acusada de colaborar con la organización armada vasca ETA, categoría a la que han ingresado centenares de presos políticos en España gracias a la teoría del "todo es ETA", impulsada por Garzón.
Y la historia no termina aquí. La periodista catalana Teresa Toda, subdirectora de Egin, fue encarcelada por Garzón acusada de colaborar con la organización armada vasca ETA, categoría a la que han ingresado centenares de presos políticos en España gracias a la teoría del "todo es ETA", impulsada por Garzón.
La misma situación vivieron el propio director de la revista, Jabier
Salutregi y los miembros del Consejo de Administración Isidro Murga,
Patxo Murga, Karlos Trenor, Xabier Alegria, Joxean Etxeberria,
Pablo Gorostiaga, Jexux Mari Zalakain, Manu Intxauspe, y José Luis
Elkoro.
Tampoco está de más recordar el caso de Tayseer
Alouni, reportero sirio de la cadena árabe Al Jazeera, que fue detenido
por Garzón tras haber sido el único periodista que consiguió hacer una
entrevista al líder de Al Qaeda Osama Bin Laden.
Esta detención se hizo en el marco de la participación española en la
guerra de Irak y donde Garzón, si bien se presentó como orador en una
manifestación anti Guerra, detuvo a Alouni en función de la lógica que
EEUU y el Gobierno español estaba desarrollando contra ciudadanos
de origen árabe. Hubo numerosas protestas de trabajadores de prensa de
todo el mundo.
En el marco de la misma operación que Garzón ordena para cerrar Egin, el compañero de Garzón en la Audiencia Nacional, el juez Juan del Olmo, ordenó cerrar el único diario en lengua vasca en esa época Euskaldunon Egunkaria, operación donde fueron torturados cinco de sus trabajadores, entre ellos su director, Martxelo Otamendi.
En el marco de la misma operación que Garzón ordena para cerrar Egin, el compañero de Garzón en la Audiencia Nacional, el juez Juan del Olmo, ordenó cerrar el único diario en lengua vasca en esa época Euskaldunon Egunkaria, operación donde fueron torturados cinco de sus trabajadores, entre ellos su director, Martxelo Otamendi.
Este último caso terminó con los imputados absueltos, y en el caso de
Egin, nunca se pudo comprobar las acusaciones de Garzón, pero se
consiguió llevar a la empresa a la ruina económica.
Son solo una lista, no exhaustiva, del aprecio que tuvo Garzón por la libertad de prensa cuando era juez en la Audiencia Nacional.
Son solo una lista, no exhaustiva, del aprecio que tuvo Garzón por la libertad de prensa cuando era juez en la Audiencia Nacional.
AMNESIA: Hebe de Bonafini que en su momento denunció a Garzón por avalar las torturas de militantes vascos terminó sucumbiendo a la amnesia general y ahora es una de sus grandes defensoras, amén de entregarle el pañuelo de las Madres a otro que bien baila, Aníbal Fernández, el mismo funcionario que convalidó el asesinato de los piqueteros Maximiliano Kostecky y Darío Santillán.
El apoyo al golpismo y sus medios en Venezuela
La beligerancia de Garzón con los medios de comunicación populares en España contrasta con la amistad y causa común que llevó adelante con el canal de televisión de Venezuela RCTV, que fue afectado en 2007 por una no renovación de su licencia administrativa de emisión analógica (pero que no afectaba a su emisión por satélite).
La decisión, adoptada por el gobierno del Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, estaba motivada por la abusiva
concesión que había tenido el canal bajo gobiernos anteriores y que
afectaba a la equitativa distribución del espacio radioeléctrico.
Hay que recordar que RCTV fue uno de los canales de TV que falsificó las pruebas audiovisuales de la llamada "Masacre de Puente Llaguno", donde los medios opositores distorsionaron las imágenes para hacer creer a los espectadores que los militantes chavistas disparaban a multitudes opositoras.(1)
Garzón acudió a Venezuela a dar apoyo a la dirección de RCTV junto a los empresarios de CONINDUSTRIA, que en ese momento llevaba una fuerte campaña de boicot y sabotaje económico contra el gobierno de Chávez.(2)
Llegados al absurdo de la amistad de Garzón con la prensa "libre", no está de más recordar la agresión de sus custodios a un periodista que lo fotografió tropezándose en el acceso principal de la Audiencia Nacional, al que ordenó arrebatarle la cámara en 1995.(3)
Sin embargo en nuestro país, le dan el premio que se otorga a los paladines de la libertad de expresión. Todo un premio a su trayectoria.
Los que conformamos esta Iniciativa recordamos con ternura a una Hebe de Bonafini y a Hebe de Mascia, que allá por 1999 mandaba palabras de aliento a los que en diferentes puntos del territorio ibérico eran perseguidos por el ahora adulado ex juez: "El que encarcela a la gente por lo que piensa es un Estado terrorista".(4)
1-http://videotecaalternativa.net/puente-llaguno-clave-de-una-masacre
2-http://www.cubainformacion.tv/index.php/otros-especiales/quitando-mascaras/1133-el-juez-garzon-en-venezuela-la-paja-en-el-ojo-ajeno
3-http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1995/03/28/011.html
4-http://lahaine.org/paisvasco/hebeelqueencarcela.htm
Hay que recordar que RCTV fue uno de los canales de TV que falsificó las pruebas audiovisuales de la llamada "Masacre de Puente Llaguno", donde los medios opositores distorsionaron las imágenes para hacer creer a los espectadores que los militantes chavistas disparaban a multitudes opositoras.(1)
Garzón acudió a Venezuela a dar apoyo a la dirección de RCTV junto a los empresarios de CONINDUSTRIA, que en ese momento llevaba una fuerte campaña de boicot y sabotaje económico contra el gobierno de Chávez.(2)
Llegados al absurdo de la amistad de Garzón con la prensa "libre", no está de más recordar la agresión de sus custodios a un periodista que lo fotografió tropezándose en el acceso principal de la Audiencia Nacional, al que ordenó arrebatarle la cámara en 1995.(3)
Sin embargo en nuestro país, le dan el premio que se otorga a los paladines de la libertad de expresión. Todo un premio a su trayectoria.
Los que conformamos esta Iniciativa recordamos con ternura a una Hebe de Bonafini y a Hebe de Mascia, que allá por 1999 mandaba palabras de aliento a los que en diferentes puntos del territorio ibérico eran perseguidos por el ahora adulado ex juez: "El que encarcela a la gente por lo que piensa es un Estado terrorista".(4)
1-http://videotecaalternativa.net/puente-llaguno-clave-de-una-masacre
2-http://www.cubainformacion.tv/index.php/otros-especiales/quitando-mascaras/1133-el-juez-garzon-en-venezuela-la-paja-en-el-ojo-ajeno
3-http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1995/03/28/011.html
4-http://lahaine.org/paisvasco/hebeelqueencarcela.htm
TESTIMONIO DE UN PERIODISTA AL QUE GARZÓN DEJÓ SIN TRABAJO
Garzón no cerrará más periódicos
Por Joxerra Bustillo ( periodista del diario Egin, clausurado por Garzón)
(este artículo fue escrito en febrero 2012, cuando a Garzón lo dieron
de baja por simular investigar los crímenes del franquismo)
He seguido desde la distancia la peripecia judicial del juez de instrucción Baltasar Garzón. Desde que ordenó la clausura del diario "Egin" y
la emisora "Egin Irratia", allá por julio de 1998, no es santo de mi
devocion, por razones obvias. Para quien no lo sepa, fui uno de los
periodistas damnificados por aquel cierre y varios compañeros de trabajo
y amigos permanecen hoy en la cárcel con motivo de aquella operación made in Garzón.
La sentencia que se ha conocido hoy, por la que se inhabilita y separa de la carrera judicial a este hombre, supone un gran alivio. Ya no ordenará el cierre de más periódicos. Ya no ordenará más escuchas a abogados de presos. Ya no seguirá haciendo lo que le venga en gana, como ha hecho hasta ahora. Incluida su cínica postura ante las innumerables denuncias de tortura realizadas cara a cara por presos vascos.
No soy ingenuo. Sé perfectamente que quienes lo han denunciado son una cuadrilla de sinvergüenzas relacionados con tramas de corrupción, pero si el axioma de que el fin no justifica los medios debe prevalecer, Garzón también debe cumplirlo. En el caso de los abogados de presos vascos siempre se ha saltado ese principio. Se han grabado las conversaciones de los abogados con sus defendidos como norma habitual. Garzón, y otros jueces de instrucción como él, han actuado a su antojo, amparados en la razón de Estado.
La sentencia que se ha conocido hoy, por la que se inhabilita y separa de la carrera judicial a este hombre, supone un gran alivio. Ya no ordenará el cierre de más periódicos. Ya no ordenará más escuchas a abogados de presos. Ya no seguirá haciendo lo que le venga en gana, como ha hecho hasta ahora. Incluida su cínica postura ante las innumerables denuncias de tortura realizadas cara a cara por presos vascos.
No soy ingenuo. Sé perfectamente que quienes lo han denunciado son una cuadrilla de sinvergüenzas relacionados con tramas de corrupción, pero si el axioma de que el fin no justifica los medios debe prevalecer, Garzón también debe cumplirlo. En el caso de los abogados de presos vascos siempre se ha saltado ese principio. Se han grabado las conversaciones de los abogados con sus defendidos como norma habitual. Garzón, y otros jueces de instrucción como él, han actuado a su antojo, amparados en la razón de Estado.
Policías encapuchados clausuran el periódico Egin, obedeciendo órdenes de Garzón
El paradigma ha cambiado cuando esa práctica ilegal y antidemocrática les ha sido aplicada a abogados de detenidos de alto estanding, implicados en la trama Gürtel. Garzón se pasó de listo y pinchó en hueso. Se creía, como el Borbón, intocable, cuando se había labrado una interminable lista de enemigos. Y se ha quedado fuera de su querida Audiencia Nacional, para siempre.
En el caso de las víctimas de la Guerra Civil, guiado por su megalomanía enfermiza, ha intentado abrir una Causa General contra el franquismo. Un loable afán, si no fuera porque se ha acordado tarde de las víctimas y se ha saltado a la torera los pactos que los antecesores de quienes ahora le jalean -léase el PCE y el PSOE- suscribieron a escondidas con los franquistas reciclados, encabezados por Suárez y Fraga. Esa Causa General debió ser abierta a instancias de un primer gobierno democrático tras la muerte de Franco, incluyendo entre los acusados a su sucesor en la Jefatura del Estado, pero nunca se hizo, y de aquellos polvos estos lodos.
Por otra parte, da lástima esa "izquierda garzoniana", que olvida todos los atropellos protagonizados por este juez estrella, y se agarra como clavo ardiendo a su paripé contra Pinochet y su guiño judicial a los que reclaman, con dignidad, la memoria histórica de los derrotados. Una "izquierda" patética, incapaz de plantar cara a una Constitución monárquica infumable, verdadero obstáculo para una verdadera regeneración democrática del Estado español. Siempre les quedará la opción de auparlo de líder carismático cara a las próximas contiendas electorales.
Pero más allá de esas miserias políticas, lo significativo, lo que tiene verdadero relieve, es que un juez de instrucción que ha protagonizado a lo largo de su carrera en la Audiencia Nacional incontables irregularidades, ha sido, por fin, puesto en su sitio por sus compañeros del Tribunal Supremo y además por unanimidad. Seguro que en la sentencia han podido influir prejuicios personales y políticos contra él, pero esa circunstancia es el pan nuestro de cada día en esas instancias.
Retirado de la primera línea de combate en defensa del Estado, por su propia prepotencia, el juez que elaboró la teoría del "todo es ETA" acaba su carrera profesional, saliendo por la puerta de atrás. Ahora lo único que deseo es que su reciclaje profesional no tenga nada que ver con Euskal Herria y sus gentes. Viviremos más tranquilos.
El paradigma ha cambiado cuando esa práctica ilegal y antidemocrática les ha sido aplicada a abogados de detenidos de alto estanding, implicados en la trama Gürtel. Garzón se pasó de listo y pinchó en hueso. Se creía, como el Borbón, intocable, cuando se había labrado una interminable lista de enemigos. Y se ha quedado fuera de su querida Audiencia Nacional, para siempre.
En el caso de las víctimas de la Guerra Civil, guiado por su megalomanía enfermiza, ha intentado abrir una Causa General contra el franquismo. Un loable afán, si no fuera porque se ha acordado tarde de las víctimas y se ha saltado a la torera los pactos que los antecesores de quienes ahora le jalean -léase el PCE y el PSOE- suscribieron a escondidas con los franquistas reciclados, encabezados por Suárez y Fraga. Esa Causa General debió ser abierta a instancias de un primer gobierno democrático tras la muerte de Franco, incluyendo entre los acusados a su sucesor en la Jefatura del Estado, pero nunca se hizo, y de aquellos polvos estos lodos.
Por otra parte, da lástima esa "izquierda garzoniana", que olvida todos los atropellos protagonizados por este juez estrella, y se agarra como clavo ardiendo a su paripé contra Pinochet y su guiño judicial a los que reclaman, con dignidad, la memoria histórica de los derrotados. Una "izquierda" patética, incapaz de plantar cara a una Constitución monárquica infumable, verdadero obstáculo para una verdadera regeneración democrática del Estado español. Siempre les quedará la opción de auparlo de líder carismático cara a las próximas contiendas electorales.
Pero más allá de esas miserias políticas, lo significativo, lo que tiene verdadero relieve, es que un juez de instrucción que ha protagonizado a lo largo de su carrera en la Audiencia Nacional incontables irregularidades, ha sido, por fin, puesto en su sitio por sus compañeros del Tribunal Supremo y además por unanimidad. Seguro que en la sentencia han podido influir prejuicios personales y políticos contra él, pero esa circunstancia es el pan nuestro de cada día en esas instancias.
Retirado de la primera línea de combate en defensa del Estado, por su propia prepotencia, el juez que elaboró la teoría del "todo es ETA" acaba su carrera profesional, saliendo por la puerta de atrás. Ahora lo único que deseo es que su reciclaje profesional no tenga nada que ver con Euskal Herria y sus gentes. Viviremos más tranquilos.
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