Franco hizo fortuna con la Guerra Civil |
- Será presentado en un acto público el 20 de noviembre, cuando se cumplen 40 años de la muerte de Franco
- Franco: un dictador fascistoide, con tendencia a lo nazi, que salió de la Guerra con 34 millones de pesetas
- El historiador desvela en "La cara oculta del Caudillo" algunas operaciones turbias que enriquecieron al dictador en la guerra
- El gran negocio de Franco con la guerra
El País - Tereixa Constenla - Madrid -29 SEP 2015
El nuevo libro del economista, diplomático e historiador Ángel Viñas (Madrid, 1941)
saca a la luz aspectos de Franco que han permanecido entre sombras, a
pesar de que el dictador falleció hace cuatro décadas. Uno de ellos es
su fascinación por el nazismo: “Franco queda deslumbrado por la
capacidad militar alemana, pero es un camaleón que cambia con el entorno
político. Primero pronazi, luego proaliado y después proamericano; lo
importante era conservar el poder”, explica a EL PAÍS.
Lo más controvertido de la obra es la información que ofrece sobre el
origen de la sorprendente fortuna que Franco tenía al final de la
guerra, de la que no había rastro en 1936. Viñas afirma que los 34
millones de pesetas que el dictador poseía en cuentas personales en
agosto de 1940 no proceden de su sueldo. “Era imposible que hubiese
ahorrado 34 millones en cuatro años”, sostiene. “Evidentemente, una
parte le llega de donativos que se entregan a una suscripción nacional”,
indica.
En La otra cara del Caudillo (Crítica),
que será presentado en un acto público el 20 de noviembre, cuando se
cumplen 40 años de la muerte de Franco, el historiador documenta una
operación comercial con café que reportó al jefe del Estado 7,5 millones
de pesetas en 1940. El producto había sido donado a España por el
dictador brasileño Getúlio Vargas y Franco usó el aparato estatal para
distribuirlo, venderlo, cobrarlo e ingresar el dinero en su cuenta
corriente. “Francamente, creo que fue un corrupto, se apropió de dinero
que no iba dirigido a él, aunque desde el punto de vista jurídico no
hizo nada ilegal, porque él era el Derecho”, destaca el historiador.
Viñas ha investigado las leyes reservadas aprobadas durante la
dictadura, una práctica que situaba en el más absoluto limbo jurídico a
los españoles, sujetos a normas que ni siquiera sabían que existían.
“Con ellas en la mano, Franco podía hacer literalmente lo que le viniera
en gana”.
En el libro, Viñas se pregunta si su ejemplo y su práctica alentó la
corrupción entre los mandos militares, tras constatar que envía a sus
generales miles de cigarrillos o café: “No se trataba de pacotillas. Por
conseguir cigarrillos norteamericanos la gente podía dejarse llevar a
actos irracionales”.
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