Gara 4/3/13
Gasteiz recuerda 1976 y actualiza una lucha que sigue muy vigente en 2013
Más de 3.000 personas tomaron ayer el centro de la capital alavesa para defender los derechos sociales y laborales por los que lucharon los cinco obreros fallecidos en Zaramaga el 3 de marzo de 1976, a los que se deben sumar a Juan Gabriel Rodrigo y Vicente Antón Ferrero, abatidos por la Policía Armada en Tarragona y Basauri. Perdieron su vida reclamando mejoras amenazadas hoy por las recortes que vienen de Madrid.
Hace 37 años Gasteiz acogió una movilización sin precedentes en la lucha por los derechos sociales y laborales. Una pelea multitudinaria que fue saldada por el Estado español con cinco obreros muertos, abatidos por los disparos de la Policía Armada, en el barrio de Zaramaga. Ayer miles de personas se dieron cita otra vez en la plaza del 3 de Marzo, junto a la iglesia de San Francisco de Asís, para recordar a los fallecidos y defender los derechos por los que lucharon.
Más de 3.000 personas tomaron ayer el centro de la capital alavesa para defender los derechos sociales y laborales por los que lucharon los cinco obreros fallecidos en Zaramaga el 3 de marzo de 1976, a los que se deben sumar a Juan Gabriel Rodrigo y Vicente Antón Ferrero, abatidos por la Policía Armada en Tarragona y Basauri. Perdieron su vida reclamando mejoras amenazadas hoy por las recortes que vienen de Madrid.
Hace 37 años Gasteiz acogió una movilización sin precedentes en la lucha por los derechos sociales y laborales. Una pelea multitudinaria que fue saldada por el Estado español con cinco obreros muertos, abatidos por los disparos de la Policía Armada, en el barrio de Zaramaga. Ayer miles de personas se dieron cita otra vez en la plaza del 3 de Marzo, junto a la iglesia de San Francisco de Asís, para recordar a los fallecidos y defender los derechos por los que lucharon.
Este objetivo
resonó en las calles de la ciudad, desde la zona norte hasta la plaza de
la Virgen Blanca, gracias a una marcha organizada por la mayoría
sindical. La manifestación, a que asistieron más de 3.000 personas,
evidenció los paralelismos existentes entre las movilizaciones obreras
de 1976 y la situación económica actual, marcada por los recortes, los
despidos, los expedientes de regulación de empleo, las reducciones
salariales y las privatizaciones.
Tal como destacaron Begoña Vázquez (ELA) y Celia Muñoz (ESK) ante el público congregado en el centro de la capital alavesa, «razones para seguir peleando no faltan». Al fin y al cabo, «desde que se empezaron a manifestar con crudeza los efectos de la crisis económica, son constantes los ataques a los derechos que con tanto sudor e incluso sangre [en alusión al 3 de marzo de 1976] se consiguieron para el conjunto de la sociedad».
Vázquez en euskara y Muñoz en castellano también denunciaron los tijeretazos impuestos por el Gobierno de Rajoy y dieron un toque de atención al Ejecutivo de Gasteiz. A este respecto, señalaron que dentro de unos días, cuando el lehendakari, Iñigo Urkullu, presente un proyecto presupuestario en la Cámara autonómica, se sabrá si su apuesta «pasa por servir a los intereses de la ciudadanía, y en especial a las personas con menos recursos, o por claudicar a las imposiciones de Madrid, renunciando a defender niveles competenciales propios».
A estas palabras se deben añadir las declaraciones de Eva Barroso (Martxoak 3), que en un homenaje previo a la manifestación recordó que la mejor manera de mantener viva la memoria de los fallecidos es continuar la lucha que ellos mismos iniciaron hace ya 37 años. En este sentido, afirmó que los cinco trabajadores de Gasteiz, así como Juan Gabriel Rodrigo y Vicente Antón Ferrero -víctimas de la represión policial derivada del 3 de marzo en Tarragona y Basauri- «seguirán presentes mientras siga viva la lucha por las libertades y la defensa de todos los derechos sociales y laborales, conseguidos con tanto dolor y sufrimiento».
«En el contexto actual es más necesaria que nunca la movilización y la concienciación. Por eso nos sumamos al llamamiento a perder el miedo, organizarse y salir a las calles por la justicia social, tal y como hicieron ellos, porque ese es el mejor homenaje que podemos hacer a su memoria, que todo el año sea 3 de marzo», subrayó.
Coincidencia geográfica
El monolito erigido en recuerdo de las víctimas recibió también la visita de EH Bildu y del PSE. Ambos eventos, organizados a la 11.00 de la mañana, mostraron las diferencias existentes entre dos siglas que ayer solo compartieron las críticas a las formaciones derechistas y una coincidencia geográfica en el mapa de Gasteiz: la plaza del 3 Marzo.
Así, Belen Arrondo lamentó que 37 años después todavía se siguen pisando los derechos de los trabajadores, pero al igual que 1976 también hoy se dan las condiciones necesarias para poder llevar a cabo un cambio económico, político y social en Euskal Herria. Por su parte, el secretario general del PSE en Araba, Txarli Prieto, cargó contra la reforma laboral del PP y emplazó a la ciudadanía a defender de forma activa sus derechos laborales y sociales.
La parlamentaria soberanista criticó del mismo modo la actuación jeltzale. «Cuando hablamos de que se están pisoteando los derechos de la clase trabajadora, hablamos del PNV. Porque sabemos a qué juega el PNV. Prefieren dar la espalda a los y las trabajadoras y tender la mano al PP, al PP de la corrupción, de los sobres de los recortes... No vamos a permitir que impere el modelo chanchullero de PNV, PP y PSE», destacó Arrondo. De este modo, puso en valor la lucha emprendida por los trabajadores de Laminaciones Arregui, Alestis, Indesa y Holtza, entre otros. «Vuestras reivindicaciones son nuestras reivindicaciones. ¡Juntos y juntas avanzaremos!», añadió entre aplausos.
Tal como destacaron Begoña Vázquez (ELA) y Celia Muñoz (ESK) ante el público congregado en el centro de la capital alavesa, «razones para seguir peleando no faltan». Al fin y al cabo, «desde que se empezaron a manifestar con crudeza los efectos de la crisis económica, son constantes los ataques a los derechos que con tanto sudor e incluso sangre [en alusión al 3 de marzo de 1976] se consiguieron para el conjunto de la sociedad».
Vázquez en euskara y Muñoz en castellano también denunciaron los tijeretazos impuestos por el Gobierno de Rajoy y dieron un toque de atención al Ejecutivo de Gasteiz. A este respecto, señalaron que dentro de unos días, cuando el lehendakari, Iñigo Urkullu, presente un proyecto presupuestario en la Cámara autonómica, se sabrá si su apuesta «pasa por servir a los intereses de la ciudadanía, y en especial a las personas con menos recursos, o por claudicar a las imposiciones de Madrid, renunciando a defender niveles competenciales propios».
A estas palabras se deben añadir las declaraciones de Eva Barroso (Martxoak 3), que en un homenaje previo a la manifestación recordó que la mejor manera de mantener viva la memoria de los fallecidos es continuar la lucha que ellos mismos iniciaron hace ya 37 años. En este sentido, afirmó que los cinco trabajadores de Gasteiz, así como Juan Gabriel Rodrigo y Vicente Antón Ferrero -víctimas de la represión policial derivada del 3 de marzo en Tarragona y Basauri- «seguirán presentes mientras siga viva la lucha por las libertades y la defensa de todos los derechos sociales y laborales, conseguidos con tanto dolor y sufrimiento».
«En el contexto actual es más necesaria que nunca la movilización y la concienciación. Por eso nos sumamos al llamamiento a perder el miedo, organizarse y salir a las calles por la justicia social, tal y como hicieron ellos, porque ese es el mejor homenaje que podemos hacer a su memoria, que todo el año sea 3 de marzo», subrayó.
Coincidencia geográfica
El monolito erigido en recuerdo de las víctimas recibió también la visita de EH Bildu y del PSE. Ambos eventos, organizados a la 11.00 de la mañana, mostraron las diferencias existentes entre dos siglas que ayer solo compartieron las críticas a las formaciones derechistas y una coincidencia geográfica en el mapa de Gasteiz: la plaza del 3 Marzo.
Así, Belen Arrondo lamentó que 37 años después todavía se siguen pisando los derechos de los trabajadores, pero al igual que 1976 también hoy se dan las condiciones necesarias para poder llevar a cabo un cambio económico, político y social en Euskal Herria. Por su parte, el secretario general del PSE en Araba, Txarli Prieto, cargó contra la reforma laboral del PP y emplazó a la ciudadanía a defender de forma activa sus derechos laborales y sociales.
La parlamentaria soberanista criticó del mismo modo la actuación jeltzale. «Cuando hablamos de que se están pisoteando los derechos de la clase trabajadora, hablamos del PNV. Porque sabemos a qué juega el PNV. Prefieren dar la espalda a los y las trabajadoras y tender la mano al PP, al PP de la corrupción, de los sobres de los recortes... No vamos a permitir que impere el modelo chanchullero de PNV, PP y PSE», destacó Arrondo. De este modo, puso en valor la lucha emprendida por los trabajadores de Laminaciones Arregui, Alestis, Indesa y Holtza, entre otros. «Vuestras reivindicaciones son nuestras reivindicaciones. ¡Juntos y juntas avanzaremos!», añadió entre aplausos.
Asamblea en Zaramaga
Por su parte, jóvenes que participaron en la manifestación decidieron tomar de manera temporal la iglesia de San Francisco de Asís, reprodujendo así la imagen de 1976, para mostrar su repulsa a los recortes sociales y para denunciar los efectos del capitalismo.
Un representante del movimiento juvenil de Gasteiz, integrado por jóvenes de diferentes ideologías, anunció que la ocupación tiene por objeto habilitar un espacio para la realización de asambleas abiertas a toda la ciudadanía. Unas citas abiertas a diferentes colectivos, como la que tuvo lugar a las 20.00, en las que analizar la situación económica actual y los problemas sociales anexos a la misma.
Según explicaron los jóvenes a GARA, la toma se mantendrá durante las próximas horas, cuando tienen previsto reunirse con el párroco de la iglesia. Cabe señalar que el cura responsable de la iglesia de Zaramaga ya fue objeto de polémica hace tres meses, cuando decidió retirar de la valla exterior unos murales en recuerdo de las víctimas del 3 de Marzo. Ayer contestó con un escueto «no comment» a las preguntas de los periodistas.
Justicia y reparación
A las reclamaciones sociales y económicas se sumó, como cada año, la petición de verdad, justicia, memoria y reconocimiento para las víctimas del 3 de Marzo. En este sentido, Barroso solicitó a Iñigo Urkullu que exija a las autoridades españolas el reconocimiento del daño causado por la Policía Armada, que actuó siguiendo órdenes directas de Madrid.
Además, la representante de la asociación Martxoak 3 señaló que las instituciones vascas deben dar «pasos concretos» hacia una Comisión de la Verdad. Un punto de encuentro, «más necesario que nunca, que permita ir cerrando heridas en Euskal Herria, que responda a las recomendaciones de la legislación internacional, y que sirva para acabar con la impunidad de la violencia de Estado».
Por su parte, los sindicatos abertzales, convocantes de la manifestación, exigieron el reconocimiento «pleno y total» de las víctimas y reclamaron la asunción de responsabilidades por parte de los causantes de aquel sangriento ataque a los trabajadores. Tanto de aquellos que aún viven, caso de Rodolfo Martín Villa, como de los que han fallecido, en alusión a Manuel Fraga.
Asimismo, Arrondo afirmó que el nuevo tiempo abierto tras la declaración histórica de ETA tiene que venir acompañado de un «compromiso mayúsculo» por parte de los agentes implicados en el conflicto político que vive Euskal Herria, y destacó que es «hora de que todas, y digo todas, las partes reconozcan el dolor causado». Prieto, por contra, solo habló de las acciones armadas de ETA, sin citar la violencia estatal.
Por su parte, jóvenes que participaron en la manifestación decidieron tomar de manera temporal la iglesia de San Francisco de Asís, reprodujendo así la imagen de 1976, para mostrar su repulsa a los recortes sociales y para denunciar los efectos del capitalismo.
Un representante del movimiento juvenil de Gasteiz, integrado por jóvenes de diferentes ideologías, anunció que la ocupación tiene por objeto habilitar un espacio para la realización de asambleas abiertas a toda la ciudadanía. Unas citas abiertas a diferentes colectivos, como la que tuvo lugar a las 20.00, en las que analizar la situación económica actual y los problemas sociales anexos a la misma.
Según explicaron los jóvenes a GARA, la toma se mantendrá durante las próximas horas, cuando tienen previsto reunirse con el párroco de la iglesia. Cabe señalar que el cura responsable de la iglesia de Zaramaga ya fue objeto de polémica hace tres meses, cuando decidió retirar de la valla exterior unos murales en recuerdo de las víctimas del 3 de Marzo. Ayer contestó con un escueto «no comment» a las preguntas de los periodistas.
Justicia y reparación
A las reclamaciones sociales y económicas se sumó, como cada año, la petición de verdad, justicia, memoria y reconocimiento para las víctimas del 3 de Marzo. En este sentido, Barroso solicitó a Iñigo Urkullu que exija a las autoridades españolas el reconocimiento del daño causado por la Policía Armada, que actuó siguiendo órdenes directas de Madrid.
Además, la representante de la asociación Martxoak 3 señaló que las instituciones vascas deben dar «pasos concretos» hacia una Comisión de la Verdad. Un punto de encuentro, «más necesario que nunca, que permita ir cerrando heridas en Euskal Herria, que responda a las recomendaciones de la legislación internacional, y que sirva para acabar con la impunidad de la violencia de Estado».
Por su parte, los sindicatos abertzales, convocantes de la manifestación, exigieron el reconocimiento «pleno y total» de las víctimas y reclamaron la asunción de responsabilidades por parte de los causantes de aquel sangriento ataque a los trabajadores. Tanto de aquellos que aún viven, caso de Rodolfo Martín Villa, como de los que han fallecido, en alusión a Manuel Fraga.
Asimismo, Arrondo afirmó que el nuevo tiempo abierto tras la declaración histórica de ETA tiene que venir acompañado de un «compromiso mayúsculo» por parte de los agentes implicados en el conflicto político que vive Euskal Herria, y destacó que es «hora de que todas, y digo todas, las partes reconozcan el dolor causado». Prieto, por contra, solo habló de las acciones armadas de ETA, sin citar la violencia estatal.
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